Un cambio en la política y sus impactos
El 4 de julio, el presidente Trump firmó una ley que elimina los incentivos fiscales para proyectos de energía renovable como la eólica y solar. Este cambio se espera que eleve los costos de energía eléctrica para millones de estadounidenses, especialmente en estados sin apoyo local a las renovables. Según un análisis reciente de Energy Innovation, algunos estados bajo gobiernos republicanos podrían experimentar los mayores aumentos en los precios de electricidad en la próxima década.
Por ejemplo, se proyecta que las tarifas en Oklahoma aumenten entre un 60 % y 350 % al pasar de energías limpias de bajo costo a plantas de gas natural más caras. En Kentucky, se espera un incremento del 48 %; en Missouri y Kansas, del 39 % y 30 %, respectivamente. Analistas señalan que estos aumentos se deben a la eliminación abrupta de incentivos federales que solían abaratar la construcción de infraestructura renovable.
Respuestas del sector y del gobierno
Un portavoz de la Casa Blanca declaró que la ley busca impulsar la producción nacional de energía mediante la optimización y la maximización de capacidad. Trump defendió la medida en una reunión del gabinete, afirmando que la eólica y la solar son perjudiciales económica y ambientalmente. Esta postura contrasta con la de otros países como China, que siguen ampliando sus portafolios renovables como parte de estrategias energéticas más amplias.
Durante décadas, las industrias eólica y solar de EE.UU. han dependido de créditos fiscales federales que redujeron significativamente sus costos de construcción. Sin estos, los desarrolladores podrían reducir proyectos planeados, aumentando la dependencia del gas natural, una fuente confiable pero con costos operativos más elevados, especialmente en picos de demanda.
Incertidumbre y caos en el mercado
Executives in the renewables sector argue that the rollback has created an environment of uncertainty, particularly after a subsequent executive order prompted the Treasury Department to revisit rules around what qualifies as the “beginning of construction.” As a result, companies may postpone or cancel projects, unsure of how tax liabilities will be assessed.
Expertos legales y analistas indican que esta incertidumbre podría detener miles de millones en inversiones planeadas. “Esta volatilidad dificulta atraer confianza inversora”, señaló un abogado en finanzas energéticas. Algunos temen que los desarrolladores migren a mercados menos riesgosos o detengan expansión, limitando el despliegue de energía limpia en todo el país.
En respuesta, algunos líderes del sector piden una eliminación gradual de los incentivos para permitir adaptaciones y mantener el ímpetu de fabricación y construcción. Muchos beneficios también respaldaban componentes solares producidos en EE.UU., impulsando la reindustrialización y reduciendo dependencia de importaciones.
Demanda creciente y restricciones de oferta
Este cambio ocurre en un momento de aumento proyectado de la demanda eléctrica debido a la expansión de centros de datos, redes de carga para vehículos eléctricos y crecimiento industrial. Estos sectores requieren acceso a energía asequible y escalable, áreas donde eólica y solar suelen sobresalir.
Sin embargo, al perder competitividad sin incentivos, el enfoque podría regresar a los combustibles fósiles. Pero incluso el gas natural enfrenta limitaciones: escasez de turbinas y la creciente demanda global de gas natural licuado, lo que podría elevar costos operativos.
Mientras tanto, estudios indican que eliminar incentivos reducirá menos emisiones de lo previsto. Con la legislación actual, se espera que las emisiones de gases de efecto invernadero en EE.UU. solo disminuyan un 25 % para 2035 respecto a 2005, muy por debajo del 40 % previsto con políticas previas.
El futuro del sistema energético estadounidense
A medida que EE.UU. enfrenta este panorama cambiante, deberá sopesar los costos económicos y ambientales a largo plazo. Expertos del Columbia Center on Global Energy Policy advierten que retirar incentivos sin un plan de transición claro podría afectar la competitividad del país en la carrera global de energía limpia.
Mientras algunos opinan que eliminar subsidios promueve eficiencia de mercado, otros defienden que incentivos temporales y bien diseñados son clave para escalar tecnologías emergentes. Los próximos años revelarán si la inversión privada será suficiente para llenar el vacío, o si el retroceso frenará el progreso justo cuando la demanda promete crecer.

