Nueva York – El pasado 5 de junio, el Teatro Real celebró con gran éxito su III Gala en el Carnegie Hall de Nueva York, un evento emblemático que marcó el inicio de su Gira 2025 en Estados Unidos. La gala reunió a destacadas figuras del mundo de la cultura, la diplomacia y los negocios, consolidando el papel del Teatro Real como uno de los grandes referentes internacionales de la lírica y embajador cultural de España.
Un escenario legendario para una noche inolvidable
La velada comenzó a las 17:30 horas con una recepción de bienvenida y cena de gala en el Weill Terrace Room del Carnegie Hall. Posteriormente, a las 20:30 horas, el público se trasladó al imponente Stern Auditorium / Perelman Stage, donde dio comienzo el concierto.
La gala fue organizada por el Presidente del Teatro Real, su Director General y la Fundación AHCES, y destacó por su impecable organización y la altísima calidad artística de su programación.
Entre las personalidades asistentes se encontraban nombres de reconocido prestigio internacional como David Rockefeller Jr., Javier Cárdenas, Gregorio Marañón, Revoredo de Gut, Myriam Lapique, Enrique González Campuzano, Teresa A.L. Bulgheroni y Xandra Falcó Girod, marquesa de Mirabel; todos ellos firmes apoyos de la cultura y de la proyección global del Teatro Real.
Un programa musical de excelencia
La primera parte del concierto abrió con las Danzas Fantásticas, Op. 22 de Joaquín Turina, seguidas por el Concierto para violín en Re Mayor, Op. 35 de Erich Wolfgang Korngold, interpretado magistralmente por la joven violinista María Dueñas.
Tras el intermedio, la segunda parte presentó un recorrido lírico por grandes títulos del repertorio español, con la soprano Saioa Hernández como protagonista de arias seleccionadas de La vida breve de Manuel de Falla, El gato montés de Manuel Penella y Los claveles de José Serrano. Completaron el programa obras orquestales de Maurice Ravel, entre ellas Alborada del gracioso y La valse como brillante cierre de la noche.
La Orquesta Titular del Teatro Real, bajo la dirección del maestro David Afkham, ofreció una interpretación vibrante y refinada, aclamada por el público asistente.
Un puente entre culturas
Esta gala reafirmó la vocación internacional del Teatro Real y su firme compromiso con la difusión de la cultura española en el mundo, así como con la creación de puentes entre instituciones y públicos de distintos continentes.
Fue, sin duda, un acontecimiento musical de primer orden y una celebración del arte como vehículo de encuentro, cooperación y entendimiento global.
