Entrar en los 30 suele traer una sensación de estabilidad, pero esta década también marca los primeros cambios sutiles en la fuerza muscular, la resistencia cognitiva y la flexibilidad metabólica. Aunque estos cambios pueden ser casi imperceptibles, forman la base de cómo funcionará el cuerpo décadas más adelante. Integrar hábitos saludables en tus 30 para un envejecimiento a largo plazo puede hacer una diferencia significativa. Muchos investigadores coinciden en que hábitos pequeños y sostenibles en la adultez temprana pueden redefinir por completo la trayectoria del envejecimiento, retrasando el declive físico y fortaleciendo la resiliencia general.