En un avance importante en el comercio internacional, Estados Unidos e Indonesia han cerrado un acuerdo arancelario integral que reduce los aranceles sobre las exportaciones indonesias del 32% al 19%. El pacto también abre la puerta a una mayor relación bilateral, que incluye nuevos compromisos de compras masivas de productos estadounidenses. El acuerdo fue alcanzado tras lo que Yakarta describió como una “lucha extraordinaria”, con negociaciones directas entre el presidente Donald Trump y el presidente indonesio Prabowo Subianto.
El anuncio fue hecho primero en Truth Social, donde Trump confirmó que Indonesia no impondría aranceles a los productos estadounidenses. El acuerdo también incluye un compromiso indonesio para comprar 15 mil millones de dólares en energía estadounidense, 4.500 millones de dólares en productos agrícolas, y 50 aviones Boeing, muchos de ellos del modelo 777. Estos compromisos se enmarcan dentro de una estrategia más amplia de la administración Trump para establecer lo que llama prácticas comerciales “justas y recíprocas”.
Una nueva etapa en las relaciones comerciales
En una publicación en Instagram, el presidente Subianto destacó el valor simbólico y económico del pacto. “Hemos acordado llevar las relaciones comerciales entre Indonesia y Estados Unidos a una nueva era de beneficio mutuo entre nuestras dos grandes naciones”, escribió. La Oficina del Representante Comercial de EE. UU. aún no ha publicado el texto oficial del acuerdo, pero los primeros indicios sugieren que reestructurará aranceles en varios sectores, con énfasis en energía, agricultura y la industria aeroespacial.
El gobierno indonesio elogió los esfuerzos de su equipo negociador, liderado por el Ministro Coordinador de Asuntos Económicos, calificando las conversaciones como un “momento histórico” en su relación con Estados Unidos. A pesar de las tensiones iniciales tras el arancel temporal del 32% impuesto en abril, el nuevo acuerdo reduce significativamente las barreras comerciales al tiempo que deja espacio para futuras negociaciones en sectores clave como la minería y las telecomunicaciones.
Exportaciones de cobre y equilibrio comercial
Trump también insinuó un posible trato favorable para las exportaciones de cobre de Indonesia, que actualmente podrían enfrentar aranceles de hasta el 50%. Aunque Indonesia no es uno de los mayores proveedores de cobre para EE. UU., en comparación con Chile o Canadá, exportó aproximadamente 20 millones de dólares del metal el año pasado. Trump describió el cobre indonesio como “de alta calidad” y potencialmente exento de futuras tarifas si las condiciones actuales se mantienen.
En una entrevista con CNBC, el Secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, explicó que el acuerdo “reconfigura el desequilibrio” en el comercio entre ambos países. “Ellos no nos cobran aranceles. Nosotros les cobramos aranceles justos y medidos ahora. Es un paso en la dirección correcta.”
Reacción empresarial y preocupaciones del mercado
Si bien el acuerdo ha sido bien recibido en algunos sectores, las empresas se muestran cautelosas. Con tasas arancelarias que cambian frecuentemente, muchos fabricantes han pospuesto nuevos pedidos al extranjero, temerosos de que futuras políticas afecten precios o cadenas de suministro. Varias compañías estadounidenses se apresuraron a incrementar inventarios antes de que el aumento de tarifas de abril entrara en vigor. Ahora, con la nueva tasa del 19%, hay mayor claridad, aunque aún persisten dudas sobre la estabilidad a largo plazo.
La administración Trump ha animado a las empresas a trasladar la producción a territorio estadounidense para evitar la incertidumbre ligada a la manufactura extranjera. Sin embargo, los críticos argumentan que repatriar la producción no es una solución inmediata, debido a los altos costos y a la actual escasez de mano de obra que afecta a varios sectores industriales. Incluso con incentivos, construir o reactivar instalaciones nacionales puede tardar años y requerir millones de dólares en inversiones.
Implicaciones globales y contexto regional
Indonesia, actualmente el 23.º socio comercial más importante de EE. UU., exportó 28 mil millones de dólares en bienes al país en 2024, principalmente en ropa, calzado y productos electrónicos, según datos del Departamento de Comercio de EE. UU.. Por su parte, EE. UU. exportó alrededor de 10 mil millones de dólares en bienes a Indonesia, sobre todo en petróleo y gas, así como semillas oleaginosas y granos.
El enfoque comercial de Trump ha trastocado la diplomacia convencional e introducido una gran volatilidad en las negociaciones. Solo en 2025 ha anunciado cuatro nuevos acuerdos comerciales, incluido uno con Vietnam, aunque aún no se conocen detalles de este último. Durante el anuncio del martes, Trump también sugirió que India está “trabajando en la misma línea” que Indonesia para lograr un acuerdo similar.
Queda por ver si estos pactos conllevan cambios estructurales a largo plazo. Muchos analistas advierten que, aunque los aranceles recíprocos buscan proteger a la industria estadounidense, el coste económico podría recaer en los consumidores del país si las empresas trasladan el aumento de costes a los precios. Con nuevos incrementos arancelarios programados para el 1 de agosto en países sin acuerdos revisados, el tiempo apremia para muchos de los socios comerciales de EE. UU.

