Persisten tensiones laborales pese a inversiones en tecnología y contratación
La reciente aprobación de un paquete de financiamiento de $12.5 mil millones para modernizar los sistemas de control del tráfico aéreo en Estados Unidos ha generado expectativas en el sector, pero también preocupación entre muchos controladores aéreos, quienes consideran que la iniciativa no aborda los desafíos más urgentes de su entorno laboral.
Exceso de trabajo y condiciones estresantes
Aunque se ha destacado la necesidad de renovar radares y sistemas de telecomunicaciones, los controladores señalan que los principales problemas radican en la escasez de personal, jornadas extenuantes y un sistema de turnos que afecta su bienestar. Según datos recientes, más del 40% de los controladores certificados trabajan seis días a la semana en turnos de 10 horas.
El origen del déficit actual se remonta a 1981, cuando una huelga derivó en el despido masivo de más de 11,000 controladores. Desde entonces, el reclutamiento y la formación no han logrado cubrir la demanda. Actualmente, la FAA cuenta con menos de 11,000 controladores certificados, más de 3,000 por debajo del objetivo nacional.
Inversión tecnológica sin mejoras salariales
Mientras se implementan incentivos para nuevos reclutas y personal cercano a la jubilación, muchos trabajadores activos no reciben compensaciones adicionales. La falta de aumentos salariales desde 2016, sumada a las dificultades para tomar licencias pagas, ha afectado la moral del personal.
Algunos controladores reconocen el valor de las inversiones tecnológicas, pero enfatizan que sin mejoras en las condiciones laborales, el sistema seguirá bajo presión.
El debate continúa entre los esfuerzos por modernizar la infraestructura y la necesidad de abordar los aspectos humanos del trabajo en el control aéreo.

