Varias instituciones expresan su oposición a las condiciones propuestas por la administración Trump
Un número de universidades en EE. UU. han rechazado firmar el Pacto por la Excelencia Académica en la Educación Superior, una propuesta de la administración del expresidente Donald Trump que vincula compromisos institucionales con prioridades políticas a cambio de acceso preferencial a fondos federales.
El documento, enviado el 1 de octubre a nueve universidades públicas y privadas, incluye condiciones como prohibir el acceso de personas transgénero a ciertas instalaciones y deportes, congelar la matrícula durante cinco años, limitar la inscripción de estudiantes internacionales y exigir pruebas estandarizadas para la admisión.
Respuestas institucionales reflejan desacuerdo con los términos del pacto
Hasta la noche del domingo, seis de las nueve instituciones indicaron que no firmarían el pacto. El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) fue el primero en manifestar públicamente su postura, subrayando que la propuesta “incluye principios con los que no estamos de acuerdo” y que la financiación científica debería basarse únicamente en el mérito.
Tras la declaración del MIT, Trump anunció que todas las universidades podrían optar por sumarse al pacto, no solo las destinatarias originales. Posteriormente, la Universidad de Brown, la Universidad de Pensilvania y la Universidad del Sur de California emitieron sus propios rechazos.
El viernes, la Casa Blanca organizó una reunión virtual con universidades que aún no habían declinado, incluyendo la Universidad de Arizona, la Universidad de Texas en Austin, la Universidad Vanderbilt, el Dartmouth College y la Universidad de Virginia, así como tres instituciones adicionales invitadas.
El debate continúa sobre la independencia académica y la financiación federal
Tras la reunión, tanto Dartmouth College como la Universidad de Virginia confirmaron que no participarían, destacando la importancia de la financiación basada en el mérito y la autonomía institucional.
El futuro del pacto sigue siendo incierto. La Casa Blanca no ha emitido una declaración oficial sobre los próximos pasos, mientras que la discusión más amplia sobre la independencia académica y la influencia política en la educación superior continúa desarrollándose.

