Un destacado cirujano plástico británico está instando a los padres a tomar medidas más estrictas para proteger a sus hijos del daño solar a largo plazo, ante la creciente evidencia de que el riesgo de cáncer de piel en los niños está significativamente subestimado. La mayor sensibilidad de los niños a la radiación ultravioleta (UV) y la exposición prolongada durante el juego al aire libre se han relacionado con tasas más altas de diagnóstico de cáncer de piel en la adultez, lo que ha generado nuevas advertencias sanitarias.
Más de 1.000 cirugías de cáncer de piel al año vinculadas a la exposición solar
Según el especialista, quien trabaja en cirugía reconstructiva en uno de los principales servicios de salud del Reino Unido, se realizan más de 1.000 intervenciones quirúrgicas cada año para extirpar cánceres de piel causados por la exposición excesiva al sol. Esta cifra, subrayó, no ha mostrado señales de disminuir en los últimos años, a pesar de las campañas de concienciación recurrentes.
El cirujano destacó que la piel infantil es mucho más delgada y vulnerable que la de los adultos, lo que significa que incluso periodos cortos bajo un sol intenso pueden causar daños irreversibles. Las quemaduras solares repetidas durante las primeras etapas de la vida aumentan considerablemente la probabilidad de desarrollar melanoma o cánceres de piel no melanoma en el futuro. Para los padres preocupados, la advertencia es clara: la protección debe comenzar temprano y mantenerse de forma constante.
Aunque las personas de piel clara suelen ser más propensas a las quemaduras solares y al daño cutáneo, el especialista recalcó que personas de todos los grupos étnicos son susceptibles a los efectos nocivos de los rayos UV. “He tratado a pacientes de todas las edades y etnias —desde niños hasta jubilados— con cánceres de piel inducidos por el sol”, explicó. “Nadie es inmune. La clave es la prevención temprana”.
Para comprender mejor el impacto a largo plazo de la exposición UV en la piel infantil, visita la guía de seguridad solar de Cancer Research UK.
Se recomienda a los padres tomar precauciones adicionales en situaciones cotidianas
Muchas familias asocian el riesgo de quemaduras solares con las vacaciones de verano en el extranjero, pero el experto advirtió que una radiación UV intensa puede producirse incluso en climas templados, incluyendo actividades diarias comunes como andar en bicicleta, jugar en el jardín o caminar al colegio. “Ya hemos visto olas de calor inesperadas a principios del verano este año”, advirtió. “Aunque no se viaje al exterior, los niveles altos de UV pueden causar daños cutáneos significativos”.
También desmintió mitos comunes sobre el bronceado. “Tener un bronceado no es necesariamente seguro ni saludable”, señaló. “El bronceado es simplemente la forma en que el cuerpo intenta protegerse. Es una respuesta a una lesión, no un signo de salud”. El bronceado prolongado, especialmente sin protección adecuada, puede provocar acumulación de daños en el ADN de las células cutáneas, lo que eventualmente conlleva mutaciones y desarrollo de cáncer de piel.
Puedes conocer cómo la exposición a los rayos UV provoca mutaciones cancerígenas y la importancia de las intervenciones tempranas en seguridad solar a través de los recursos de prevención del CDC.
El protector solar no es suficiente: qué deben hacer los padres
Aunque el protector solar es una parte esencial de cualquier rutina de seguridad solar, el cirujano recalcó que no debe ser el único método de protección. Recomendó una combinación de estrategias para mantener seguros a los niños:
- Usar ropa protectora, incluyendo mangas largas y pantalones cuando sea posible
- Elegir sombreros de ala ancha que cubran rostro, orejas y cuello
- Incentivar el juego en la sombra entre las 11 a.m. y las 3 p.m., cuando el sol es más intenso
- Usar gafas de sol con protección UV para cuidar los ojos
- Reaplicar protector solar con frecuencia, especialmente después de nadar o sudar
- Asegurar una hidratación adecuada con consumo frecuente de agua
“Estas medidas pueden parecer simples”, añadió, “pero pueden salvar vidas. Los padres deben tratar la exposición solar como cualquier otro riesgo grave para la salud”. Para explorar qué medidas de protección solar son más eficaces, visita la guía oficial de seguridad solar del NHS.
También subrayó la importancia de enseñar a los niños sobre la protección solar desde una edad temprana. Los hábitos formados en la infancia tienen más probabilidad de mantenerse en la adultez, lo que ayuda a reducir la incidencia de cánceres de piel prevenibles en el futuro.
Además, los padres deben recordar que las necesidades de hidratación de los niños aumentan en clima caluroso, y la deshidratación puede agravar los riesgos del daño solar. Conoce más sobre cómo mantener hidratados a los niños en verano.
Con veranos cada vez más calurosos debido al cambio climático, los expertos aseguran que ahora es el momento de tratar la exposición a los rayos UV como un problema de salud pública urgente para las nuevas generaciones.

