Aranceles al Café de Brasil Sacuden el Mercado Estadounidense y a Tostadores en Todo el País

En Lost Sock Roasters, una reconocida tostadora con sede en Washington D.C., el característico aroma a granos frescos ahora está impregnado de incertidumbre. El reciente anuncio del presidente Trump sobre un arancel del 50% a las importaciones brasileñas, incluido el café, ha conmocionado a la industria cafetera estadounidense. Sumado al impuesto actual del 10%, la medida podría impactar gravemente el suministro de café en EE.UU., que depende en un 30% de los granos brasileños, según datos de importación.

Jeff Yerxa, cofundador de Lost Sock, advierte que las consecuencias para los tostadores pequeños serán enormes. “Brasil es nuestra base en cuanto a volumen y consistencia. No se puede reemplazar fácilmente sin pagar un precio.” Monica de Bolle, del Peterson Institute for International Economics, coincide en que “los aranceles afectarán a todo el mercado.” La política arancelaria entraría en vigor el 1 de agosto, dejando poco margen de maniobra al sector.

Precios al Alza por el Aumento de Costos de Importación

Las consecuencias para los consumidores estadounidenses podrían ser rápidas y costosas. En junio, los precios del café en EE.UU. ya mostraban un aumento: 12.7% para el café tostado y 16.3% para el instantáneo. Yerxa señala que los márgenes de ganancia son demasiado estrechos como para absorber esos incrementos: “O subimos precios o cerramos.”

Colby Barr, director ejecutivo de Verve Coffee Roasters, advierte que “los aranceles no benefician ni a productores ni a tostadores. Todos pierden.” Muchos tostadores trabajan con contratos de suministro a largo plazo que dificultan una adaptación inmediata. Las reservas de inventario pueden mitigar temporalmente los efectos, pero una vez agotadas, los aumentos llegarán a las cafeterías y supermercados.

Cadenas de Suministro Global Bajo Presión

Brasil no es el único país afectado. El alcance del arancel incluye también café proveniente de Vietnam (17% de las importaciones de EE.UU.), Colombia (8%) y Etiopía e Indonesia (6%), obligando a las empresas a replantear sus cadenas de suministro. Sin embargo, encontrar alternativas no es tarea sencilla. Como señala Barr, “reemplazar a Brasil significa sacrificar precio, volumen o calidad, y muchas veces las tres cosas.”

Algunos tostadores están evaluando cambiar a orígenes con menor riesgo comercial, pero eso plantea retos logísticos y dilemas éticos. “Llevamos años construyendo relaciones con cooperativas brasileñas,” dice Yerxa. “No se siente correcto abandonarlas por una decisión política.”

Crece la Respuesta del Sector y la Opinión Pública

Expertos en comercio y defensores de políticas alternativas instan a la administración a reconsiderar su postura. Barr pide un diálogo transparente, y advierte que el proteccionismo en bienes esenciales como el café tendrá consecuencias económicas y sociales negativas. Además, se espera una fuerte reacción del consumidor a medida que el café se vuelva un lujo cotidiano.

Mientras tanto, la Oficina del Representante de Comercio de EE.UU. mantiene su posición de presionar a gobiernos extranjeros, aunque los críticos consideran la estrategia miope. Para las pequeñas empresas y consumidores estadounidenses, los próximos meses podrían redefinir cómo comienza su día con una taza de café.

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